La vida de este gato, casero y cariñoso, ha cambiado de forma radical. Su dueña, una señora mayor que vivía de alquiler, ha muerto. Ahora el dueño del piso ha tirado todas sus cosas a la calle, incluido este animalito que no tiene culpa alguna.
Ahora esta viviendo en un árbol frente a la casa d una chica que le da de comer. Él se acerca a la gente que pasa, pidiendo cariño. Necesita una casa, que le adopten o que le acojan. No sabe vivir en la calle, corre peligro con tantos coches y tanta gente sin escrúpulos.
Contacto: 625 89 47 96 // 645 98 86 00
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