Este es uno de esos casos que toca algo en el corazón. Pili y Mía tienen casi 10 años, y llevan la mitad de su vida con Joaquín, su rescatador. Se le saltan las lágrimas al pedirnos que les busquemos acogida, pero tiene que irse de España, mínimo 6 meses, y no puede llevárselas de ninguna manera. Para evitar que estén tanto tiempo en una residencia busca una casa de acogida, y cubriría con los gastos.
Pili pesa
unos 6 kilos y también está operada con todo al día. Joaquín la recogió de la calle en pleno verano, la habían abandonado después de parir y le habían prendido fuego. La encontraron medio moribunda, pues todo el mundo la miraba, pero nadie la
cogía. La curaron, la esterilizaron, la operaron de una rotura de ligamentos de una pata... y ahora es una
perra súper feliz, juguetona y divertida. Es un poco más vaga a la
hora de caminar que su compañera; si por ella fuera, solo saldría a la calle a hacer lo
suyo y directa a casa.
Ambas se llevan fenomenal y se protegen mucho.
"La verdad es que no se qué contarte de ellas, pues todo para mí es perfecto, y me caen las lágrimas sólo de pensar esto que estoy haciendo... Solo deseo que estén bien, y que si alguien las cuida, lo haga como lo he hecho yo."
Contacto Joaquín: 607 91 47 76
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